Día de los Muertos: Prevenir te cuenta sobre esta tradición mexicana

¿Hay vida después de la muerte? Para algunos, es el fin de su existencia en la Tierra, mientras que para otros, es solo el comienzo. El Día de Muertos captura este concepto de manera única, siendo una de las celebraciones más importantes de México y de toda Latinoamérica.

Esta tradición de origen prehispánico se celebra principalmente el 1 y 2 de noviembre, aunque se dice que las almas comienzan a llegar desde el 28 de octubre. Actualmente, los preparativos inician con varias semanas de antelación, ya que la belleza y complejidad de esta festividad ha captado la atención mundial. En 2008, la UNESCO la declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Prevenir te cuenta más sobre sus orígenes y los elementos que hacen de esta una celebración tan entrañable.

Las ofrendas del Día de Muertos

Las ofrendas, de origen prehispánico, eran altares dedicados a diversas deidades. La de Mictlantecuhtli, señor de los muertos, se colocaba en noviembre, lo que facilitó un sincretismo entre las creencias autóctonas y el cristianismo durante la Colonia. Tradicionalmente, los altares se colocaban entre el 30 y el 31 de octubre y permanecían hasta el 3 de noviembre. Aunque los días principales siguen siendo el 1 y 2 de noviembre, ahora es común que se instalen antes y se retiren después debido al esfuerzo creativo que implica su montaje.

10 elementos esenciales en una ofrenda

  1. Mantel blanco: Simboliza la pureza y alegría al recibir a los difuntos.
  2. Fotografías de los difuntos: Coloca retratos de los seres queridos fallecidos, preferiblemente una de tus fotos favoritas.
  3. Incienso o copal: Su humo es una guía olfativa para que las almas lleguen al altar.
  4. Papel picado: Este colorido adorno representa el aire.
  5. Agua: Ofrecida para calmar la sed de los difuntos tras su largo viaje.
  6. Veladoras: Representan el fuego y la luz, y también guían a las almas.
  7. Bebidas y platillos favoritos: Los difuntos vuelven a disfrutar de sus comidas y bebidas predilectas.
  8. Flor de cempasúchil: Sus pétalos guían a las almas con su color vibrante.
  9. Calaveritas: Originalmente cráneos reales, hoy se hacen de azúcar, chocolate o amaranto.
  10. Pan de muerto: Este delicioso pan simboliza los huesos de los difuntos.

Calaveritas literarias

Otra tradición muy querida son las calaveritas literarias, versos satíricos escritos para tratar la muerte con humor. Surgidas en el siglo XIX y popularizadas en el XX, suelen estar dedicadas a amigos, figuras sociales o políticas.

Diferencias entre regiones 

El Día de los Muertos se celebra de manera única en distintas regiones de México. En Mixquic (CDMX), la tradición de «La Alumbrada» ilumina las tumbas con miles de velas el 2 de noviembre. En Aguascalientes, el Festival de las Calaveras honra a José Guadalupe Posada, mientras que en Guanajuato se realiza el Desfile de Catrinas. Oaxaca destaca con sus altares escalonados y las largas comparsas llamadas Muerteadas. En San Luis Potosí, el Xantolo se celebra con rezos e incienso, y las tumbas se decoran con flores. En la isla de Janitzio (Michoacán), una procesión nocturna en canoas honra a los niños fallecidos, mientras que en Xochimilco, la representación de la Leyenda de la Llorona atrae a miles de visitantes cada año.

Altares, catrinas, flores de cempasúchil, calaveritas y el delicioso pan de muerto llenan de vida esta extraordinaria celebración. Cuéntanos, ¿qué opinas de esta fascinante tradición latinoamericana?

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